FRANCISO ALBERRO CAAMAÑO DEÑÓ: 80 AÑOS DE SU NATALICIO ETERNO



No importa que sectores como la Iglesia Católica y los remanentes de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, gestados y paridos en los mandatos de su fiel colaborador Joaquín Antonio Balaguer Ricardo, hayan querido que se apague la luz de la moral y los principios del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, razón por la cual en la escuelas no se habla del héroes de abril. 

Siempre habrá tiempo para lo justo; y eso es lo que queremos hoy recordar la valentía de un hombre que puso el pecho a la invasión de los Estados Unidos, de 40 mil hombres al mando, para defender la nacionalidad del pueblo dominicano, que para la revuelta cívico-militar de abril de 1965, había perdido la constitucionalidad, producto del derrocamiento del presidente Juan Bosch,

a quienes los empresarios, políticos, jefes castrenses y predicadores católicos, no toleraban, unos porque eran corruptos y otros porque se beneficiaban de esos actos que laceraban el erario.

Este lunes 11 de junio se cumplen 80 años del natalicio de este hombre, que la población conoce como “el coronel de abril” y que sin dudas, podríamos llamarlo el coronel de siempre. 

Pero a quien le interesa esta fecha, no será a quienes están el Poder Político en la actualidad, con un traje falso de la moral de Juan Bosch, esos son los mismos que han dado espacios a los descendientes de traidores a la patria y practican el “balaguerismo” a la perfección. 

El coronel de abril y de siempre, no titubeó, en llamar asesino, a los traidores de la patria a quienes horas antes de quitarle la vida, fueron hasta Nizaito, para ufanarse de su captura, en las montañas de San José de Ocoa, donde mostró que un ejército podrido, bajo la sombra de un gobierno represivo, el cual no pudo enfrentarlo de frente, cuando su tropa era apenas de siete hombres. 

El coronel de abril aniquilado de manera física el 16 de febrero de 1973, casi cumplía 41 años de edad, ha vivido otros 39 años más, como ejemplo de la moral y entrega por la nacionalidad, que sus detractores enemigos que los combatieron, no podrán borrar. 

La justicia política no será justa jamás para reconocer la grandeza del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, penosamente muchos de los traidores a la patria a los que siempre se refiere el coronel, juramentado presidente constitucional de la República, del 03 de mayo del 1965, son vistos como héroes por los dominicanos se quitan la cabeza para pensar. 

Este lunes 11 de junio se cumplen 80 años del natalicio de un hombre, que creyó en una nación justa, donde los que están llamados a ser custodios de los intereses nacionales, no sean los primeros en volver la vista al arado, para traicionar a los suyos. 

La lucha de Caamaño Deñó, procuraba el bien, su lucha de abril de 1965, en contra de los sectores de poder, que creían que el país les pertenecía como una herencia particular, buscaba entre otros tantos objetivo, estos cinco aspectos: 

Constitución del 1963, vigencia de las Cámaras Legislativas, permanencia de los militares constitucionalistas, formación de un gobierno democrático y partida inmediata de las tropas intervencionistas. 

A diferencia del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, que dio la espalda aquellos que pusieron sus intereses particulares por encima del interés de nacional los coroneles de hoy persiguen otros objetivos: 

Construir una casa veraniega en las montañas, comprar villas para tratar con los narco-socios, permanencia de privilegios y tráfico de influencia, formación de un gobierno corrupto y corruptor y que entre al país todo el que tenga dinero y poder. 

¡Que viva el coronel de abril, el coronel de siempre!

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