Acuérdate de abril, recuerda...

Pedro Dominguez Brito

Especial/Noticias A Tiempo.Net

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El mes de abril tiene magia. En su reinado primaveral las musas se tornan coquetas y, al menos en Dominicana, un espíritu patriota se apodera de esta tierra. No por casualidad un 23 de abril murieron los dos más grandes de la literatura universal: Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare. No por casualidad abril nos huele a valor, donde el número 24 resplandece como un diamante.

Abril es el mes de las canciones. “Que no acabe esta noche ni esta luna de abril, para entrar en el cielo no es preciso morir”, nos dice nuestro Manuel Jiménez, en un derroche de ternura. “Te regalo un otoño, un día entre abril y junio, un rayo de ilusiones, un corazón al desnudo”, nos regala entre rosas nuestro Juan Luis Guerra.

Los grandes de Cuba también le hacen reverencia. Silvio Rodríguez, el talento hecho persona, nos canta vestido con las nubes de la mañana: “Mucho más allá de mi ventana, mi esperanza jugaba a una flor, a un jardín, como esperando abril”. Y Amaury Pérez, alejado del frío que desgarra el alma, nos lanza esta joya: “Acuérdate de abril, recuerda mi andar sobre tu piel, descalzo; acuérdate de abril recuerda: mi gesto en el primer abrazo”.

Abril igual conquista a los inmortales de España. En una habitación de la posada del fracaso, Joaquín Sabina se desahoga: “Quién me ha robado el mes de abril, cómo pudo sucederme a mí, quién me ha robado el mes de abril, lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón”.

Y Joan Manuel Serrat, que al escucharlo cicatrizan nuestras heridas, nos confiesa: “Especialmente en abril la razón se indisciplina y como una serpentina se enmaraña por ahí”.

Pero abril, más que en canción se transforma en himno: “¡A luchar! ¡A luchar! ¡A luchar! A luchar soldados valientes, a imponer los nobles principios que reclama la Constitución…”. Hoy abril es un coro de valientes, acompañado de una orquesta llamada dignidad, donde todos, cantantes y músicos, llevan una resplandeciente enseña tricolor en el alma.

Hoy abril tiene sublime voz de libertad, símbolo de respeto a la democracia, uniforme de bravío Coronel, olor de desinfectante de botas invasoras, heroísmo sin límites tatuado eternamente en el corazón de Fernández Domínguez, foto de piedra en manos de un pueblo que no le teme a las metralletas…

¡Alabanzas para abril! ¡Que nuestro abril sea eterno! ¡Que nos inspire a cumplir nuestros deberes ciudadanos! ¡Que nos anime a levantarnos, a luchar por una sociedad más justa y a no ceder un paso en nuestra marcha por los senderos de la gloria y el honor! ¡Abril, nunca olvidemos a abril, nunca!