Piropos en APK
Por Miguel Cruz Suárez
La cubanía sin los piropos es como la yuca sin mojo; se come, pero se disfruta menos. Me refiero a esos elogios originales, sin groserías ni acosos, que se expresan ante la presencia de ciertos y determinados rasgos corporales significativos, tanto en los contornos, accesorios y ritmos, como en otros asuntos relativos a mujeres y hombres, pues ya no es época de tantas diferencias o de exclusividad varonil en esta materia.
De este asunto se ha escrito y hablado con abundancia; sin embargo, queda mucho por decir sobre todo en tiempos en que todo se actualiza y se moderniza, razón por la cual el gracejo propio de los cubanos también se va nutriendo, en el arte de piropear, con frases y términos un poco más modernos.
Ya he anotado algunos de estos ciber-piropos y tengo verdaderas joyitas de la infogalantería. Creaciones como: ¨ Si me dejas te descargo un Giga de cariño¨ o ¨Tantas máquinas con Windows 10 por la calle y yo con MSX en mi casa¨, aunque a decir verdad a algunos se les va la mano y reciben la respuesta adecuada, como aquel que envalentonado por la sonrisa zalamera de una de nuestras criollitas le soltó sin más ni más ¨ Ni te imaginas como tengo el disco duro¨, a lo cual la muchacha respondió: ¨Pues vas a tener que formatearlo porque a mí tus archivos no me interesan¨
Otros son bastante originales como el que escuché decir a Mario ¨Pentium 5¨ , un amigo un poco tímido para otras cosas pero bastante suelto cuando se trata de informática, el hombre se inspiró y le dijo a Maruja Arpegio: ¨ Aunque me tumbes la WIFI yo seguiré sentado en tu Parque¨ .
Todo esto sin dejar fuera la exclamación que le salió del alma a Urbano el cochero, cuando una mujer despampanante que había montado en su carromato le fue a pagar la carrera y este aturdido por aquella belleza solo atinó a decirle: ¨No mi ángel, para ti la navegación en mi internet es gratis¨ ; solo que – un detalle – no se percató que a sus espaldas había llegado el marido de la agraciada, quien después de agarrarlo por el cuello le espetó a pocos centímetros del rostro: ¨Mejor le cobras, no sea que te tengan que poner una recarga de dientes desde el exterior¨
Por último sumo un piropito que hace poco le soltaron a Cuquín ¨la Diosa¨ fémina de perfectas líneas, quien estando parada en la acera, escuchó como desde un ómnibus le gritaban, ¨Mima tu no serás Google, pero tienes de todo¨
El autor es cubano, colaborador de los periódicos Granma y Juventud Rebelde.
La Bicicleta
La cubanía sin los piropos es como la yuca sin mojo; se come, pero se disfruta menos. Me refiero a esos elogios originales, sin groserías ni acosos, que se expresan ante la presencia de ciertos y determinados rasgos corporales significativos, tanto en los contornos, accesorios y ritmos, como en otros asuntos relativos a mujeres y hombres, pues ya no es época de tantas diferencias o de exclusividad varonil en esta materia.
De este asunto se ha escrito y hablado con abundancia; sin embargo, queda mucho por decir sobre todo en tiempos en que todo se actualiza y se moderniza, razón por la cual el gracejo propio de los cubanos también se va nutriendo, en el arte de piropear, con frases y términos un poco más modernos.
Ya he anotado algunos de estos ciber-piropos y tengo verdaderas joyitas de la infogalantería. Creaciones como: ¨ Si me dejas te descargo un Giga de cariño¨ o ¨Tantas máquinas con Windows 10 por la calle y yo con MSX en mi casa¨, aunque a decir verdad a algunos se les va la mano y reciben la respuesta adecuada, como aquel que envalentonado por la sonrisa zalamera de una de nuestras criollitas le soltó sin más ni más ¨ Ni te imaginas como tengo el disco duro¨, a lo cual la muchacha respondió: ¨Pues vas a tener que formatearlo porque a mí tus archivos no me interesan¨
Otros son bastante originales como el que escuché decir a Mario ¨Pentium 5¨ , un amigo un poco tímido para otras cosas pero bastante suelto cuando se trata de informática, el hombre se inspiró y le dijo a Maruja Arpegio: ¨ Aunque me tumbes la WIFI yo seguiré sentado en tu Parque¨ .
Todo esto sin dejar fuera la exclamación que le salió del alma a Urbano el cochero, cuando una mujer despampanante que había montado en su carromato le fue a pagar la carrera y este aturdido por aquella belleza solo atinó a decirle: ¨No mi ángel, para ti la navegación en mi internet es gratis¨ ; solo que – un detalle – no se percató que a sus espaldas había llegado el marido de la agraciada, quien después de agarrarlo por el cuello le espetó a pocos centímetros del rostro: ¨Mejor le cobras, no sea que te tengan que poner una recarga de dientes desde el exterior¨
Por último sumo un piropito que hace poco le soltaron a Cuquín ¨la Diosa¨ fémina de perfectas líneas, quien estando parada en la acera, escuchó como desde un ómnibus le gritaban, ¨Mima tu no serás Google, pero tienes de todo¨
El autor es cubano, colaborador de los periódicos Granma y Juventud Rebelde.
La Bicicleta
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