Un foro en el momento y el lugar precisos
Sergio Alejandro Gómez Gallo/Granma Internacional
En las calles de Venezuela se define por estos días el futuro de la Revolución Bolivariana; la derecha brasileña pretende liquidar a Lula en los tribunales antes que enfrentarse en las urnas con el político más popular de la historia reciente del país; en Argentina, la expresidenta Cristina Fernández sufre un acoso similar; la nueva administración estadounidense planea no solo construir un muro en la frontera con México, sino aislarse de toda América Latina, como demostraron el pasado 16 de junio en Miami los anuncios de Donald Trump sobre Cuba.
Las sesiones del XXIII Encuentro del Foro de Sao Paulo, que reúne a los movimientos de izquierda de América Latina y el Caribe, quedaron abiertas este domingo en la capital nicaragüense en medio de una contraofensiva reaccionaria que pretende liquidar las experiencias progresistas y barrer las transformaciones de la última década.
«El Foro ocurre en el momento preciso para debatir los problemas y respaldar los procesos de cambio en la región», dijo a Granma el diputado al Parlamento Centroamericano por Nicaragua, Daniel Ortega Reyes.
Su compatriota Orlando Núñez, miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional, añade que la sede escogida tampoco es casual. La elección de Managua por cuarta ocasión es una muestra de los cambios que vive el país.
Añade que una de las lecciones del proceso sandinista y lo que ocurre hoy en otros países del área es que la derecha no puede batallar frente a la izquierda en los procesos electorales. «Más demora uno en ganar las elecciones que Estados Unidos y las oligarquías en empezar a desestabilizar».
Hugo Moldiz, exministro de la presidencia de Bolivia y delegado de su país al evento, coincide en que era necesario un foro en este momento para marcar un punto de giro en la arremetida contrarrevolucionaria.
Añade que es necesario respaldar a los países donde la izquierda ha hecho transformaciones desde el gobierno, al tiempo que se enriquece el debate sobre cómo superar la etapa neoliberal con las particularidades de cada caso.
Una de las preguntas que acompaña esta XXIII celebración del Foro es cómo ha logrado adaptarse a los cambios durante más de un cuarto de siglo acompañando los debates de la izquierda y los movimientos progresistas.
En medio de la incertidumbre por la caída del campo socialista y la desintegración paulatina de la Unión Soviética, la cita fue una idea del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para reagrupar fuerzas y trazar un nuevo camino de lucha.
«Logró superar la prueba del tiempo porque es una obra de arquitectura política de dos grandes genios», refiere a este diario el delegado dominicano José Ernesto Oviedo, quien asiste al Foro desde sus inicios.
Alina Fernández Arias, funcionaria del Movimiento Cubano por la Paz, resalta la importancia de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. Foto: del autor
Otra clave, añade Oviedo, es que surgió como un mecanismo de concertación, solidaridad y debate dentro de la diversidad. «Aquí los partidos grandes no imponen su voluntad sobre los pequeños».
La cita nicaragüense tampoco deja escapar la oportunidad de honrar la vida de Ernesto Che Guevara en el aniversario 50 de su caída en combate, así como el centenario de la Revolución rusa.
Aleida Guevara, hija del Che, dijo a Granma que los hombres reconocen las virtudes de otros hombres cuando las llevan en sí mismos. Y recordó el pensamiento martiano de que «honrar, honra».
«Es fantástico que un Foro que discute cómo lograr un mundo distinto, recuerde a un hombre que murió tratando de hacerlo realidad», añadió.
Entre los más de 300 delegados de 32 países que asisten al encuentro en la capital nicaragüense, uno en específico no pasa desapercibido.
El luchador independentista boricua Oscar López Rivera, que estuvo preso injustamente en Estados Unidos por más de tres décadas, es una de las figuras más seguidas del evento.
Un cartel exigiendo su puesta en libertad acompañó las ediciones del Foro en México, El Salvador y Bolivia, pero Nicaragua tuvo el privilegio de contar con él en persona.
En declaraciones exclusivas a nuestro diario, dijo que un punto que a veces se pasa por alto es la responsabilidad norteamericana en los acontecimientos de América Latina. «Estados Unidos tiene mucho que reparar en Guantánamo, el bloqueo criminal contra Cuba y lo que está pasando en Venezuela».
Respecto a la lucha de su pueblo por la independencia, una de las causas que defiende del Foro de Sao Paulo desde su fundación, López Rivera analizó los resultados del referendo no vinculante efectuado recientemente.
La isla, dijo, «tiene una crisis enorme y aun así se gastan diez millones o 12 millones en una consulta que no sirve para nada», señaló.
Los puertorriqueños debían escoger entre seguir con el estatus actual, convertirse en el Estado 51 de la Unión o la independencia. La opción de la anexión triunfó pero el nivel de abstención fue abrumador.
«Ellos (los gobernantes de Puerto Rico) creen que van a lograr algo, pero no es así. Es solo parte de la mentalidad colonizada de parte del pueblo puertorriqueño y los que administran la colonia».
Dos de los temas que más centran la atención de los delegados es la evolución de los acontecimientos en Venezuela, donde la futura celebración de la Asamblea Constituyente marca un punto de inflexión en la guerra frontal contra el proceso bolivariano, así como la persecución política contra Lula en Brasil.
En el acto de inauguración del Foro este domingo, la nueva presidenta del PT, Gleisi Hoffman, transmitió un saludo al auditorio del expresidente Lula. Aseguró que la sentencia judicial carece de fundamentos y lo que busca es quitar del camino de las urnas al político más popular de Brasil.
El representante de Venezuela, miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela y candidato a la Asamblea Constituyente, Roy Daza, refirió que el pueblo de su país, incluso quienes no están a favor del proceso revolucionario, comienza a levantarse contra la violencia y el fascismo.
Dijo que el presidente Nicolás Maduro está actuando tal cual lo haría Hugo Chávez: «La Revolución Bolivariana se juega el todo por el todo con la Asamblea Constituyente».
La delegación cubana está encabezada por el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, José Ramón Balaguer Cabrera, e integrada por una veintena de delegados de organizaciones políticas y civiles de la Isla.
Alina Fernández Arias, funcionaria del Movimiento Cubano por la Paz, resalta la importancia de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. «Es necesario que los pueblos apoyen esa resolución firmada en La Habana por 32 mandatarios durante la Segunda Cumbre de la Celac».
La delegada cubana señaló que el empeño de la paz es más importante que nunca ante los acontecimientos en países como Venezuela, Brasil y Argentina.
El respresentante de la Isla más nombrado no tiene una presencia física, pero sí espiritual. La figura de Fidel aúna los criterios progresistas del Río Bravo a la Patagonia.
«Si mantenemos la unión, podemos recuperar algunas cosas que hemos perdido», expresó la delegada mexicana por el Partido de la Revolución Democrática, al recordar la ausencia física de algunos líderes históricos como Fidel Castro y el venezolano Hugo Chávez.
«Fidel es la luz encendida de un faro, y ya no está Hugo Chávez. Pero este tipo de encuentros sirven para retomar sus ideas», añadió.
Este año el Foro también cuenta con la presencia especial de la delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia–Ejército del Pueblo, FARC-EP, en momentos en que transita de la lucha armada a la vida política.
El comandante Rodrigo Granda, quien fue uno de los delegados de la guerrilla a las conversaciones de paz en La Habana, dijo a este diario que con su presencia en Managua espera profundizar las relaciones con todos los movimientos que hacen parte de una gran convergencia. «Es una oportunidad también de dejar atrás algunas divergencias de carácter ideológico y métodos de lucha».
La secretaria ejecutiva del Foro de Sao Paulo, Mónica Valente, ratificó el compromiso de la organización con la implementación de los acuerdos de paz firmados en La Habana.
La bienvenida de los delgados por parte de los anfitriones estuvo a cargo de Jacinto Suárez, secretario de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista. Dijo que era un honor recibirlos en la tierra de Sandino, que siempre ha sido hospitalaria y antimperialista por historia y por tradición.
El cierre del encuentro el 19 de julio coincide con la celebración del aniversario 38 de la Revolución Sandinista, que sacó del poder a una de las dictaduras más sanguinarias del continente en 1979.
Ese día los delegados acompañarán al pueblo nicaragüense en las plazas públicas como una muestra de respaldo a las transformaciones llevadas a cabo por el Partido, el Comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo desde su regreso al poder en el 2007, luego de las elecciones del 2006.
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