Movimiento Revolucionario Latinoamericano: Argentina protesta contra la prohibición de amamantar en público

Fuente, Cuba Debate

Decenas de madres amantando a sus bebes tomaron diversos puntos a lo largo y ancho de Argentina en protesta contra la prohibición de amamantar en público tras que, el pasado 23 de julio, dos policías mujeres intentaron detener a Constanza Santos por amamantar a su bebé de 9 meses, en una plaza de la localidad de San Isidro, en Buenos Aires. Los reclamos de la joven madre se viralizaron por las redes sociales y hasta organizarse lo que se denominó “piquetetazo” para “apoyar la lactancia materna en público y en privado”.

La coordinadora nacional de Las Mujeres por la Matria Latinoamericana (MuMalá), Raquel Vivanco, consideró que el proceder de la policía como un acto “absolutamente repudiable” y “un hecho de violencia institucional”.

Constanza publicó en su perfil de Facebook el martes un relato en el que contó que fue increpada por la policía cuando amamantaba a su hijo, tras lo cual la intendencia sancionó a los agentes e indicó que no tenían ningún tipo de indicación o derecho para cuestionar a la madre.

Con pancartas y sosteniendo a sus pequeños, las mujeres se fueron acomodando para manifestar por el derecho a la lactancia, algo que pudieron hacer como lo más normal del mundo, pero que en los últimos días encendió las alarmas con respecto al abuso de autoridad de las fuerzas policiales.

En varias plazas de Argentina se repitió la misma escena: ellas amamantaron a sus hijos y su alimento fue una declaración política contundente.

“Esto es una toque de atención a las autoridades, pero a la vez es un llamado a la esperanza, un canto a la vida”, afirmó a la AFP, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz de 1980. “Esto es magnífico, porque ilumina a una problemática y pone el foco en las fuerzas policiales, que deben estar atentas a las necesidades del pueblo, no contra el pueblo”, explicó.

“Tengo las tetas más famosas de San Isidro”, dice entre risas Lucía, mientras amamanta a Casandra y Penélope, sus mellizas de 10 meses, como lo hace “muy seguido, acá, en este mismo lugar de donde echaron a Constanza”, compartió con Télam en la plaza de San Isidro.

“Nunca jamás me dijeron nada, al contrario, la gente me tira buena onda”, agregó, por eso su “indignación por lo que le pasó a esa chica: ¡una locura!”.