Mamá Tingó: 91º aniversario de su natalicio
A
los hombres y mujeres grandes de la historia, no se les recuerda el día de su
muerte, sino el día de su nacimiento, porque siguen vivos en los corazones de
los pueblos. (Autor: José Manuel Castillo Taveras)
Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó) era
una militante de la Liga Agraria Cristiana de una comunidad de 350 familias
pobres, que venían luchando por varios años por la tierra que los vio nacer y
que trabajaron varias décadas, pero terratenientes y políticos disfrutaban de
los títulos de propiedad, en forma mal adquirida.Varios acontecimientos
ocurrieron antes del asesinato de la líder sindical. Varios jóvenes fueron
heridos, a la señora Altagracia Rosario le cortaron una oreja, decenas de
campesinos de esa comunidad estuvieron en prisión en varias ocasiones, entre
ellos su líder natural, Florinda Soriano Muñoz ( Mamá Tingó),
mujer de edad avanzada y analfabeta, pero con cualidades y autoridad suficientes para encabezar la lucha contra los desalojos injustificados.Después de poner una querella contra el terrateniente Pablo Díaz, la sindicalista fue asesinada por Ernesto Díaz (Turín).
mujer de edad avanzada y analfabeta, pero con cualidades y autoridad suficientes para encabezar la lucha contra los desalojos injustificados.Después de poner una querella contra el terrateniente Pablo Díaz, la sindicalista fue asesinada por Ernesto Díaz (Turín).
La Federación Dominicana de Ligas Agrarias
Cristianas (FEDELAC), y la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos
(CASC) denunciaron a nivel nacional e internacional este asesinato. Hay que
destacar la labor del periodista Juan Manuel García, quién hizo varios
reportajes, antes y después del asesinato, sobre la situación de los campesinos
en esa comunidad, toda la prensa nacional, radio, periódicos y televisión
destacaron ese asesinato.Décimas, poemas y canciones resaltaron las virtudes de
la líder sindical campesina, entre ella un merengue del cantante Johnny Ventura
titulado « Mamá Tingó », y la referencia de la cantante argentina Mercedes Sosa
durante el espectáculo « 7 días con el Pueblo », que organizó la CGT.Pero el
asesinato de Mamá Tingó no es un caso aislado en la lucha por la tierra. El 30
de junio de 1975, en Alto de Peguero, El Cuey, en El Seybo, fue asesinado
Dionisio Frías (Mister Beca) también militante de las ligas agrarias
cristianas.En Honduras ocurrió la Masacre de la Talanquera, el 18 de febrero de
1972, y las Masacres de Santa Clara y Los Horcones, el 25 de junio de 1975 en
OLANCHO, donde fueron asesinados 25 campesinos, entre ellos 2 sacerdotes. Lidia
Madariaga, de Nicaragua, líder campesina, fue asesinada, cuando estaba
embarazada de su cuarto hijo.
Los asesinatos de líderes campesinos en
Colombia y Brasil son permanentes y en masas, siendo estos dos países los de
mayores atropellos a los derechos elementales
de los campesinos; pero los asesinatos también han ocurrido en diversas
ocasiones en El Salvador, Guatemala, Haití, Perú y Paraguay.Recientemente fue
asesinada en Colombia Cecilia Gallego, Secretaria femenina de Acción Campesina
Colombiana (ACC), también han sido asesinados otros dirigentes campesinos en
otros países latinoamericanos.Mamá Tingó es un ejemplo de la participación de
las mujeres en el sindicalismo y en la lucha para que la tierra de los hombres y
mujeres que la trabajan.
Al conmemorarse un nuevo aniversario del
asesinato de Mamá Tingó, rendimos homenaje a todos los mártires agrícolas de
América Latina y el Caribe, reconocemos a las mujeres trabajadoras rurales, que
trabajan en regiones donde la lucha por la tierra es más peligrosa del mundo.El
sindicalismo dominicano y latinoamericano tiene a esa mujer campesina, Doña
Florinda Soriano Muñoz, (Mamá Tingó), como un ejemplo de las personas
organizadas.
ANECDOTASDesde la muerte de Mamá Tingó, quien
fuera un símbolo de la lucha y defensora de los derechos del campesino en
América Latina y el Caribe, Juan Muñoz de la Cruz, su primo, recuerda cada año
aquellas vivencias.“Éstos eran terrenos comuneros, pero que tenían dueño. Se
decía que las tierras eran de unos Marchena, pero la gente siguió
trabajando...Vino el mayor Román, jefe de las Fuerzas Armadas y le compró dizque
a la gente, vino desalojó y esta parte la cercó un tal Carbucia, no dejaban que
uno trabajara y empezó esa lucha’’, cuenta Muñoz de la Cruz.Más adelante Román
vendió las tierras a Virgilio Pérez Bernard para sembrar piña, lo que activó la
lucha y provocó el apresamiento por un mes de decenas de agricultores.
Luego Mamá Tingó y un señor conocido como
Higinio arrendaron por un año un terreno, y llegaron los tiempos de campaña
balaguerista, y los políticos prometieron que repartirían la tierra. Empero lo
que hicieron fue cercar los terrenos, provocando así la movilización de todos
para asegurar sus terrenos con alambres de púa.
“Ella
empezó a moverse por los partidos, nosotros teníamos ya la organización Liga
Agraria Cristiana de la FEDELAC y estábamos afiliados a la Confederación
Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC), que siempre defendió a los campesinos,
entonces cuando se empezó a tratar de verse con los políticos y cuando ellos
ganaban no daban la cara. Vio que los campesinos estábamos en lucha y entonces
se unió con decisión y sin miedo, se hizo cargo de todo y se hizo dueña y vocero
de todos’’, comentó el primo de 73 años de edad.Recuerda que formó en una
ocasión un movimiento de niños y ocupó la sindicatura de Yamasá en su defensa
por la tierra. Sus agresores no sabían que al matarla las acciones se
recrudecerían.
“Valió la pena porque se consiguieron las
tierras y producen pimientas, cada quien trabaja, siembran naranjas y hay hasta
granjas de pollo. Si no hubiese sido por ella fuera peor, aunque siguen los
enfrentamientos entre los mismos campesinos’’.Aunque Muñoz de la Cruz entiende
que en su época la lucha valió la pena, en el poblado hay muchos intereses
encontrados. En efecto, allí existen versiones de que hasta la familia de Mamá
Tingó se disputa terrenos y parte de su buen nombre. Por igual, se han
disgregado y nadie defiende sus ideales.Inspirado en la valentía de Florinda
Soriano (Mamá Tingó), Brígido Nolasco, profesor de primaria y quien fuera su
vecino en Gualey (hoy Sabana Grande), conserva unos apuntes que escribió hace un
tiempo para ella, y reconoce lo servicial que era la sindicalista
campesina.
“Ella era una persona trabajadora, vendía leña
a las panaderías y carne para criar dignamente a sus hijos”, refiere al
remembrar la disputa de su tierra con el terrateniente Pablo Díaz, luego que
ella pusiera una querella en su contra y ordenó su muerte a través del capataz
Ernesto Díaz (Turín).Fue en medio de una discusión cuando éste dispuso que le
soltaran los cerdos con miras a despojarla de sus terrenos, y le dijo que de no
cederlos quería que la mataran.
“Ella y su esposo fueron donde Balaguer a ver
si les cedían la tierra, pero les hacían promesa y no hacían nada, era su deseo
comprarla, pero actuaron muy tarde”.Entre sus apuntes, Brígido dice que Mamá
Tingó era oriunda de San Felipe de Villa Mella; llegó un día al lugar en que más
tarde contrajo matrimonio con Felipe Muñoz, procreando siete hijos, a quienes
cuidaba y protegía junto a una hermana. ‘’Ni ella ni su esposo tuvieron
oportunidad de asistir a la escuela, vivían con el pan de cada día”.
RELEVOSUna
hija de crianza de Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó), ha continuado la lucha,
junto con otros compañeros y compañeras sindicalistas de la región de Yamasá;
ella se llama Jesús María de Paula, mejor conocida como “Enriqueta”.En el año
2000 el Programa Mundial de Alimentación (PMA), de Naciones Unidas, con motivo
del Día Internacional de la Mujer, rindió homenaje a Jesús María de Paula, líder
de la Federación de Mujeres Campesinas Mamá Tingó, de República Dominicana, por
su labor en favor de mejorar la condición del sector campesino.Las vivencias
experimentadas por Enriqueta junto a Mamá Tingó, a pesar de su corta edad, la
impulsan a continuar la lucha que iniciara la líder comunitaria y sindicalista,
proponiéndose esto como meta en la vida.En octubre 2005, el síndico del
municipio Santo Domingo Norte, licenciado Daniel Carvajal Louis, desvelizó una
tarja en honor a la heroína campesina Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó),
asesinada en 1974. La tarja está en la plaza del mismo nombre, en El Cruce de la
Bomba, en la carretera que comunica a Yamasá con Guanuma. Al acto asistieron
hijos y hermanos de Mamá Tingó, y grupos de dirigentes
comunitarios.Recientemente el gobierno dominicano designó la primera línea del
METRO, de Santo Domingo, con el nombre de “MAMÁ TINGÓ”.
El primero de noviembre se conmemora un nuevo
aniversario de la muerte de la líder sindical campesina Florinda Soriano Muñoz
(Mamá Tingó), asesinada ese día en 1974 en Gualey, Hato Viejo, Yamasá, en
República Dominicana.Se convirtió en un símbolo de la lucha por la tierra y un
ejemplo de la mujer rural en la defensa de los derechos del campesinado en toda
América Latina y el Caribe.
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