Los ataques de Monseñor Bruno Musaró no se oyeron en Cuba
Arzobispo Bruno Musaró, Nuncio Apostólico del Vaticano en Cuba. |
Miguel Fernández Martínez
Especial/Noticias A Tiempo.Net
E-mail: josemlct11@hotmail.com
Aunque los medios de prensa en Cuba no hayan dicho una sola palabra del asunto ocho días después de haber ocurrido, por las redes sociales circulan unas supuestas declaraciones emitidas por el arzobispo Bruno Musaró, Nuncio Apostólico del Vaticano en La Habana, quien lanzó duras y cuestionables críticas al pueblo y gobierno cubano.
Los supuestos ataques de Monseñor Musaró se produjeron durante una misa celebrada en la localidad italiana de Vignacastrisi, en el parque San Pío de Pietrelcina, donde afirmó que el pueblo cubano vive “bajo condiciones de extrema pobreza y degradación”, según un despacho publicado en el sitio digital italiano Lecce News, el 25 de agosto último.
El sitio italiano publicó un artículo titulado “Cuba se muere”, donde comenta las declaraciones ofensivas hechas por el religioso, quien cumple una labor diplomática en la isla caribeña.
Inmediatamente se hicieron eco del asunto medios con un largo historial de campañas mediáticas contra Cuba como El Nuevo Herald, en Miami; el sitio digitalDiario de Cuba, y con una mirada más crítica lo hizo el blog de Yadira Escobar, también en la sureña ciudad floridana.
En Cuba, un silencio de sepulcro acerca del tema, salvo una reciente cita del post de Yadira Escobar, en el blog Cubanito en Cuba.
Si acaso fueron ciertos los ataques ofensivos contra Cuba, por parte de Monseñor Musaró, ¿por qué tanto silencio en los medios cubanos?
Según lo que circula en las redes sociales y en la prensa europea y norteamericana, Musaró, rompió todas las formalidades éticas y diplomáticas, lanzando en Italia una avalancha de ácidas y mentirosas críticas contra Cuba, país que lo acogió como representante de la Santa Sede.
De todos son conocidas las excelentes relaciones que existen entre el Vaticano y Cuba, país que fue visitado en años recientes por los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Pero a pesar de esas buenas y fructíferas relaciones, nada justifica el silencio de nuestra parte, si realmente el embajador del Vaticano atacó verbalmente a nuestro país.
Una vez más -en caso de ser ciertas las declaraciones de Musaró- la prensa cubana silencia algo que está rodando por los cuatro puntos cardinales y que solo nosotros los cubanos, no podemos conocer.
Estamos hablando de algo que sucedió hace ocho días, ¡OCHO DIAS! Y ni una sola explicación se nos ha dado.
Ese silencio de nuestra prensa, tan dañino, arcaico y atrincherado, que a pesar de las críticas hechas por el presidente cubano Raúl Castro y el vicepresidente Miguel Diaz Canel, todavía algunos funcionarios se aferran en mantener, es el que permite que nuestros enemigos consigan hacer su labor de zapa para tratar de erosionar la credibilidad de nuestro sistema.
La historia de Musaró, según la mirada que los enemigos de Cuba han querido ofrecer, circula a sotto voce entre nuestros conciudadanos, sin otra versión que anteponga la reacción de los ofendidos.
Si realmente este clérigo disfrazado de cubanólogo ofendió a Cuba, merece una contundente respuesta por parte de nuestras autoridades, pero primero, nuestro pueblo y nuestra gente que no tiene Internet y no puede estar al tanto de este tipo de noticias, también merece una explicación de por qué tanto silencio por parte de quienes deben mantenernos informados.
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