Un letrero en Cuba que nunca olvidaré
El Capitolio de La Habana. |
Cuando visité La Habana, me quedé en la zona de El Vedado, es un barrio residencial, cerca del Hotel Habana Libre, los Helados Copelia y el Cine Yara. Fue un lugar que encontré a través de Airbnb. Los dueños eran muy amables y rentaban un estudio que estaba en el patio de su casa. Procuraba conversar con ellos todos los días para averiguar más sobre el velo de misterio que cubre a Cuba, su sistema, el embargo, etc.
El señor de la casa me ofrecía siempre un trago de Havana Club en su particular acento cubano, el cual yo aceptaba con gusto. Me explicaron que debido a la precariedad existente no se pintaban las casas en Cuba. (Solo reciben el equivalente de 10 dólares al mes cada uno).
Les confieso que aunque sin pintar, La Habana tiene una de las arquitecturas más impresionantes que he visto .Fui en planes de turista, de disfrutar todo lo bueno y no ser un crítico empedernido de lo malo sin conocerlo a fondo y sin haber vivido en ese sistema. Quise disfrutar del espectáculo de El Tropicana, La Habana Vieja, El Floridita, La Bodeguita del Medio, los paladares (restaurantes caseros, donde la comida es más económica) etc. Pude visitar una escuela y contemplar impresionado a los niños en cuarto curso recibiendo lecciones sobre el párrafo y la poesía. A la salida fue difícil contener mis lágrimas, al pensar en el deterioro del sistema educativo en mi país. Me impresionó la seguridad para transitar por todos lados. También pensé en la falta de seguridad en mi pueblo. Muchos me hablaron del sistema gratis de salud, y volví a pensar en la mala situación de los hospitales en mi tierra.
En la esquina de la casa donde me quedé había una cafetería, en la cual por un dólar me daban un café y un sándwich de queso. Me llamó mucho la atención un letrero que decía: “No te preocupes por lo que yo no tengo, ocúpate de lo que a ti te hace falta”. Este es un letrero que nunca olvidaré.
0 comentarios: