VENEZUELA

Por Narciso Isa Conde

Venezuela como es: veinte y tres elecciones en veinte años. En ninguna se pudo demostrar fraudes. En dos comicios donde salió derrotado, el chavismo aceptó los resultados minutos después de anunciados.

Jimmy Carter, que de chavista no tiene un pelo, cuando observó las elecciones del 2012 declaró haber monitoreado 92 elecciones en el planeta y definió las venezolanas como “la mejor del mundo”. Rodríguez Zapatero, socialdemócrata de tomo y lomo, pero quien sufre el neofascismo del PPP, consideró los recientes comicios como “limpios y transparentes”.


Las derechas poseen más medios de comunicación que el gobierno bolivariano y disponen del pródigo financiamiento electoral del gran capital privado. Son ayudadas, además, por el bloqueo pernicioso, los desabastecimientos y los sabotajes económicos oligárquico-imperialistas.

Políticos, empresarios y militares en prisión o exilio pertenecen a corrientes neofascistas y/o son responsables de golpe e intentos de Estado, actos terroristas, bombardeos y muertes alevosas escenificadas en enfrentamientos violentos. El paramilitarismo colombiano ha sido incorporado a esas acciones desestabilizadoras. Opositores claman por la invasión de Trump.

La votación presidencial, aun con la participación de todos los partidos del sistema, en Chile fue del 46%, en Colombia menos del 50%, en EEUU ronda el 50%. En Venezuela, con el retiro de los principales partidos de oposición, fue del 47%. Maduro ganó con el 32% del total de electores, Santos (Colombia) con el 23%, Piñera (Chile) con el 26%, Macri (Argentina) con el 27%, Trump (EEUU) con el 27 % y Temer (Brasil) tiene un apoyo del 3% encuestado.

Los índices de pobreza y desempleo en Venezuela son muy inferiores a los de muchos países del Continente. Cinco millones de colombianos/as han emigrado a Venezuela. En Venezuela hay más dominicanos/as que venezolanos/as aquí, Dominicana, México, Haití… cuentan con volúmenes de emigrantes muy superiores a los de Venezuela.

En Honduras se hizo un fraude colosal acompañado de represiones brutales. En Paraguay rige un Estado-escoria. Dominicana bajo una dictadura constitucional mafiosa. Haití intervenido y moribundo. Colombia e Israel: Estados terroristas. EEUU y UNIÓN EUROPEA: imperios genocidas.

Pero resulta, que para las empresas de comunicación de la dictadura mediática del imperialismo occidental, es en esa Venezuela, mayoritariamente chavista, donde no hay elecciones libres, imperan fraudes electorales, hay una estampida colosal de su población y existe una dictadura criminal.

Eso -sin negar serios déficits, errores y deformaciones del proceso bolivariano- se llama “crear una realidad inexistente” para, evadiendo las urnas, justificar la “ruta rápida” de la asfixie económica, el cerco y la desestabilización violenta.