Un solo muro no es suficiente, construyamos muchos más

Yocelyn Guerrero

Fuente, http://www.espacinsular.org/

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Entendiendo que un muro ofrece seguridad, siendo barrera con sus accesos restringidos al dividir dos espacios o comunidades. Proponemos varios de ellos, en vista de que uno solo sería insuficiente, debido a la inmensidad de separaciones que se hacen necesarias para que nuestra sociedad, nuestra humanidad alcance los niveles de cohesión necesarias para escapar de los abismos sociales existentes.

Un muro de moralidad para proveer y mantener la estabilidad social que nos separe del abismo de la desigualdad general.

Un muro de respeto a la humanidad para garantizar mejor trato a nuestros hermanos y nos aleje de una vez por todas de la injusticia colectiva.

Un muro de hospitalidad que nos haga acogedores y generosos con el visitante separándonos del acostumbrado despego.

Un muro de dignidad que nos permita ver el incalculable valor que habita en cada ser humano de manera racional y nos aparte la conducta desdeñosa de menospreciar al semejante.

Un muro de eficiencia que solucione con nuestros recursos las problemáticas existentes y nos distinga a lo lejos de la vana inutilidad que somos sociedad o como Estado.

Un muro de educación que vincule y cree más conciencia ciudadana a nuestros habitantes, en sanos valores y por siempre nos mantenga lejos del deterioro moral.

Un muro de lealtad que podamos levantar con honor y gratitud que nos distancie de las emociones dañinas que pudieran lastimar a nuestros hermanos.

Un muro de transparencia que nos deje ver la luz que transmite la humanidad aislándonos entonces de la oscuridad de la injusticia y de la ceguera mental.

Un muro de solidaridad que nos sensibilice ante los intereses de nuestra gente, apartándonos para siempre de la triste inhumanidad.

Un muro de tolerancia que respete las ideas y creencias de los demás y desestime de manera definitiva nuestra mustia intransigente conducta.

Un muro de cordura que nos convierta en seres más prudentes y sensatos y nos mantenga lejos de la intolerancia que tanto daño produce a nuestros iguales.

Un muro de paz que nos alivie los conflictos internos y externos que enfrentamos a diario permitiéndonos ser libres de las dolencias espirituales y nos permita disfrutar juntos y juntas, una humanidad plural, alejándonos entonces del egoísmo social y moral.

Si nuestros problemas se solucionan con muros, pues ¡construyámoslos! Que así que pues, vivamos entre muros de igualdad, de amor, de fraternidad, de respeto y de tantos valores más.

Construyamos un muro en cada lugar en que sea necesario, ya que nuestra intención es convivir en un mundo cada día mejor. Elevemos muros entonces para que no exista más corrupción ni desigualdad, intolerancia ni disgregación en la sociedad dominicana.

Doctora Yocelyn Guerrero/Colaboradora en Santiago Espacio Insular.