Compre, gaste su dinero y… dele una limosna al empacador que trabaja por la propina
Los grandes supermercados reclutan a los empacadores, pero no les pagan. |
PANKY CORCINO
Fuente, http://www.7dias.com.do/
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La conversación se da al caer la noche del miércoles en el parqueo del supermercado PriceMart ubicado en la avenida Charles Sumner, en Los Prados, en el Distrito Nacional.
-¿La tienda te paga por tu trabajo de empacador?
-Recibimos la propina y nada más. El día que nos va bien juntamos hasta 800 pesos, pero hoy son las 6:00 de la tarde y no tengo ni 300 pesos. Trabajo de dos y media de la tarde a diez de la noche. Todos los días. Un domingo sí y un domingo no. Tenemos dos turnos, el primero de ocho de la mañana a tres de la tarde, y segundo de ahí en adelante.
-¿Si alguien quiere ser empacador qué debe hacer?
-Sí, porque si tú duras más tiempo, puede reclamar más vainas (prestaciones laborales). Son dos meses y 15 días, pero puedo volver otra vez a solicitar en dos meses…
-Hablar con David. Aproveche. Uno entrega la cédula y le dan esto (muestra un gafete metálico redondo donde se lee: PriceMart). Están trayendo los currículos en estos días porque ya nosotros estamos saliendo, porque son sólo dos meses y 15 días.
-¿Dos meses y 15 días…?
-Sí, porque si tú duras más tiempo, puede reclamar más vainas (prestaciones laborales). Son dos meses y 15 días, pero puedo volver otra vez a solicitar en dos meses…
Durante varias semanas 7días.com.do tuvo conversaciones parecidas con empacadores de los supermercados La Sirena, Jumbo, El Nacional, Pola, Carrefour, La Cadena y El Bravo. En todos ocurre lo mismo: los dueños de esos negocios, que cada año manejan millones de pesos, violan en forma abierta y sin tapujo el Código de Trabajo.
“Nos contratan por dos meses y medio para no pagarnos liquidación. No nos pagan, sólo trabajamos por la propina, pero uno puede volver a solicitar (trabajo) después de un tiempo”, explica uno de los jóvenes del Supermercado Nacional ubicado en la Avenida Tiradentes, en Naco.
Todos lo saben
Los clientes lo saben desde hace décadas y comentan con frecuencia: “a esos pobres muchachos no les pagan más que la propina”. Pero nadie levanta la voz en su favor, algo que se puede atribuir a indiferencia social.
Pocos se asombran, incluso aunque la propina casi obligatoria por el régimen en que trabajan los empacadores se sume como una carga a su factura de consumo, la cual soporta el peso de los altos precios de los alimentos y gravamen del ITBIS (impuesto a las transferencias de bienes industrializados y servicios).
“La dificultad que tiene el Ministerio de Trabajo para hacer cumplir la normativa laboral en el sector de los Supermercados con los empacadores, precisamente consiste en la poca colaboración de los propios trabajadores, ya que rara vez formulan denuncias”.
En cambio, sorprenden los alegatos del mismo Ministerio de Trabajo, que encabeza Maritza Hernández, cuando se le pregunta al respecto y responsabiliza a los mismos empacadores por dejar de exigir un salario y otros derechos irrenunciables estipulados en la ley.
“Cuando los empacadores son cuestionados por la Inspección de Trabajo en las labores de visita u operativos regulares, no ofrecen informaciones que son fundamentales para poder levantar actas de infracción que luego puedan ser sostenibles en los tribunales, tales como: nombres, tiempo trabajando, salario recibido o si no lo reciben, jornadas, descansos, salario de Navidad, entre otras informaciones”, expresa textualmente el Ministerio de Trabajo en respuestas escrita sobre el tema.
“La dificultad que tiene el Ministerio de Trabajo para hacer cumplir la normativa laboral en el sector de los Supermercados con los empacadores, precisamente consiste en la poca colaboración de los propios trabajadores, ya que rara vez formulan denuncias”.
Grupo Ramos se autodefine en su página web como el “líder en venta al detalle de la República Dominicana”. Explica que sirve desde 1965 y en la actualidad opera 24 muticentros La Sirena, 6 supermercados Pola, 8 tiendas de descuento Aprezio y un centro comercial Multiplaza.
Una empresa bastante grande en donde los empacadores de La Sirena y El Pola se quejan –con discreción y en anonimato– de que tienen unos “patrones explotadores” a los que la necesidad los lleva a ofrecer su fuerza de trabajo sólo a cambio de la caridad de los clientes, que no siempre son generosos.
Los supermercados hacen además que los jóvenes que ofrecen el servicio de empacar les sirvan de agentes publicitarios gratuitos, al hacerles exhibir camisetas estampadas con promociones de diversos productos comerciales.
7días.com.do hizo esfuerzos infructuosos para que Grupo Ramos respondiera sus inquietudes sobre el esquema de “contratación” de los empacadores. Pero la empresa prefirió el silencio, lo mismo que Supermercado Bravo o Carrefour. Sólo el grupo Centro Cuesta Nacional (CCN) accedió a abordar el tema.
Igor Casanova, del supermercado Bravo, prometió responder a las preguntas que se le sometieron. “Tenemos que trabajar sólo por la propina. Esta gente (los dueños) es religiosa, pero no nos dan ni agua”, comentó un empacador en el sótano del local de esa cadena ubicado en la avenida Winston Churchill.
Un ministerio “muy ameno”
Para acentuar su amabilidad, la Dirección de Relaciones Públicas del Ministerio de Trabajo hace acompañar su respuesta con un PDF anexo de la Guía de los derechos de los trabajadores, de la autoría del eminente abogado Rafael Alburquerque, especialista en derecho laboral y ex vicepresidente de la República.
“Trabajo aquí de 8:00 de la mañana a 9:00 de la noche. No nos pagan horas extras y tenemos un día libre a la semana. Si uno quiere estudiar no puede, a menos que sea un día a la semana, en la Universidad del Caribe, por ejemplo”
La guía incluye una serie de preguntas, cada una con su respuesta. En la número 171 se lee:¿Pueden considerarse salarios la propina y la sobrepropina? A lo que el eminente jurista replica: “Ni la propina obligatoria ni la propina voluntaria pagada por el consumidor directamente al trabajador se consideran parte del salario (Art. 197). Por consiguiente: a) el empleador está obligado a pagar al trabajador un salario fijo, independientemente de la propina que recibe; b) este salario fijo nunca puede ser menor que el mínimo legal; y c) la propina no se tomará en cuenta para calcular el preaviso y la cesantía cuando termine el contrato de trabajo”.
El Ministerio de Trabajo reconoce además –aunque confiesa que hace nada respecto a los empacadores de los supermercados– que la Ley 16-92 (Código de Trabajo) establece, “en el Principio Fundamental V y en sus artículos 38 y 121, la irrenunciabilidad de los derechos del trabajador, siempre que se trate de disposiciones de orden público”.
Esas disposiciones de orden público incluyen: “el salario mínimo, límites de jornada, etc., de los cuales este Ministerio de Trabajo, a través de la Inspección del Trabajo, se mantiene vigilando su cumplimiento (sic.)”.
Respecto a la jornada, cabe resaltar que el supermercado La Cadena, paga a sus empacadores el salario mínimo establecido por ley para el sector, según testimonios de los propios jóvenes que trabajan en el lugar y de algunos empleados del área administrativa.
Sin embargo, la jornada de trabajo se extiende desde 8:00 de la mañana a 10:00 de la noche, con dos horas para el almuerzo, seis días a las semana y sólo con un día libre que será determinado por los supervisores del supermercado.
“Es horario completo. Si es empacador es de 8:00 a 10:00. De 8:00 de la mañana a 10:00 de la noche. Los `gondoleros tienen dos turnos, pero los empacadores no. Les dan dos horas de comida y un día libre a la semana”, explican con naturalidad dos jóvenes del área administrativa deLa Cadena que extienden un formulario de solicitud de empleo con un membrete donde se lee “Mercatodo, S,A.S”.
Un empleado fijo confirma la irregularidad del horario laboral que aplica La Cadena: “Trabajo aquí de 8:00 de la mañana a 9:00 de la noche. No nos pagan horas extras y tenemos un día libre a la semana. Si uno quiere estudiar no puede, a menos que sea un día a la semana, en la Universidad del Caribe, por ejemplo”.
Algunos empacadores son menores de edad y para comprobarlo basta observar su apariencia física. La declaración escrita del Ministerio de Trabajo asegura que esa dependencia, “en cumplimiento de las disposiciones legales vigentes en la materia, no permite el empleo de menores de edad, salvo en los casos previstos en los artículos 17, 245, entre otros, del Código de Trabajo”.
“Es preciso señalar, que en el caso de trabajadores menores de 16 años de edad, autorizados por la ley, su jornada máxima es de seis horas diarias y 36 a la semana”, añade.
Y, por si alguien lo duda, el Ministerio de Trabajo tiene muy claras las violaciones en que incurren los dueños de supermercados como CCN (13 supermercados Nacional, 2 librerías Cuesta, 4 Casa Cuesta, 7 Jumbo, 4 ferreterías Cuesta, 7 Juguetón, 7 Jumbo Express, 2 Bebesmundo y una La Bodega) o el Grupo Ramos al mantener a empacadores sin pago salarial:
“En virtud de lo establecido en el Artículo 197 del Código de Trabajo, la propina obligatoria prevista en el Artículo 228 y la propina voluntaria pagada por el consumidor directamente al trabajador, no se consideran parte del salario; por lo que siempre que se pueda comprobar la existencia de un contrato de trabajo (verbal o escrito), el empleador está obligado a pagarle el salario mínimo legal aplicable a su empresa”.
“En la situación planteada por usted,se violaría la parte del Código de Trabajo que tiene que ver con la protección del salario, específicamente los artículos 192, 193, 194, 195,196, 213 y el título VI”, culmina el Ministerio de Trabajo en su ilustrativa respuesta sobre las violaciones legales en que incurren los grandes supermercados.
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